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domingo, 31 de mayo de 2009

GUIONES DEL CUARTO ESCALÓN PARA SERIE DOCUMENTAL. CARPETA XLIII. HACIA UNA NUEVA IDENTIDAD. DE CÓMO NACIERON LOS PRIMEROS CELTÍBEROS. VERSIÓN 3ª.



Lomé, el hijo de Ziorán, llegó corriendo al poblado dando gritos como si le hubiera picado una culebra, pero venía riendo y con algo en las manos. Fue a toda prisa a enseñárselo a su padre, el viejo miró el hallazgo y señaló al carro de Mina. Yo lo veía todo desde la fragua y no pude resistir la curiosidad, salí corriendo a ver qué había encontrado Lomé. Esperaba que fuera algo bueno para comer porque había pasado toda la mañana dando golpes a una barra de hierro.

Era una niña, una niña que acababa de nacer y chupaba de Mina con una desesperación que hacía reír a los que miraban. Y todos decían algo.

-Esa ya no se muere.
-¿No querías una hija? Pues ya tienes una hija, tres hijos y una hija. Todavía te falta otro hijo para igualar a tu madre.
-A esta niña la han mandado los dioses del río para que nos deje sin leche, mirad cómo traga.
-¿Donde has encontrado esto, Lomé? Y conociéndote como te conozco, que te he visto comer huevos que tenían dentro patos con plumas y todo, ¿Cómo es que no te has comido a la niña?

Lomé se reía y a todos pareció buen augurio encontrar a alguien con aquellas ganas de vivir. Era evidente que la niña era una niña de los agostres y que por alguna razón la habían abandonado, si ellos no la querían la criaríamos nosotros.

Desde el primer día cualquiera pudo ver que no era una niña corriente. Más que llorar de hambre parecía exigir que le dieran la comida. Era tan expresiva llorando que su madre entendía enseguida qué era lo que deseaba. No lloraba igual si quería leche o si tenía frío, tenía un llanto peculiar para pedir su piel de conejo y otro distinto para reclamar la costilla de jabalí que mordía cuando iban a salirle los dientes, también tenía un llanto para pedir mascones y otra forma de llorar para decir que quería ver a su hermano. Enseguida surgió la polémica en el poblado sobre qué idioma hablaría cuando llegase a la edad de expresarse con palabras. El pueblo estaba dividido, a partes iguales, entre los que afirmaban que siendo una agostre como era hablaría el idioma de los agostres, la otra mitad intuía que tarde o temprano aquella niña hablaría como nosotros, el idioma de las personas.

No sé que nombre le pusieron, porque la llamábamos Keltoi desde el primer día . A medida que crecía, todos estábamos de acuerdo en la suerte que había tenido Mina con aquella hija. Nunca se había visto una niña tan obediente y tan atenta con su madre, cualquiera podía asegurar que si Keltoi no estaba acarreando leña para el fuego, estaba llevando agua para los calderos o moliendo mijo a cualquier hora, y si no hacía nada de eso es que estaba peinando a su madre, o peinándose ella un melena de fuego encendido que movía con una gracia inaudita. Y un buen día, todo el mundo se quedó mirándola, porque Keltoi se había convertido en una joven de belleza perturbadora.

Tanta virtud solo podía traer problemas. Sus tres hermanos querían casarse con ella y se hubieran matado entre ellos si no habrían bajado la fiebre en el cepo, donde estuvieron a pan y agua, con la amenaza de castigos peores. Hijos de todos los reyes, hombres poderosos que tenían rebaños incontables, señores de la guerra de nombres estremecedores, traficantes que subían y bajaban el río con montañas de hierro y oro, todos querían conocer a la joven. Algunos la encontraron y ella decía a todos lo mismo.

-Seguro que tengo hermanas entre los agostres. Id y preguntad por ellas, y decidles que aquí tengo tres hermanos muy buenos, que tienen muchas vacas y muchas yeguas, y lo darían todo por encontrar una mujer de pelo rojo y piel clara.

Keltoi se casó con su hermano menor, con el que se había criado, y sus otros hermanos encontraron mujer entre los agostres. Tuvieron tantos hijos y algunos de ellos llegaron tan lejos que os puedo asegurar que con ellos nació una nueva raza de héroes.

5 comentarios:

  1. Es una historia muy bonita. Debe ser para explicarle a Sabino Arana que no hay pureza de sangre en ningún sitio.

    Sólo una cosa Uncle. Ya sabes que yo escribo muy mal y lo mismo me equivoco en lo que te voy a decir, pero has puesto una frase con "HABRÍAN" que yo creo que debe ser así: "si no HUBIERAN bajado la fiebre en el cepo"

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  2. Tienes toda la razón, Mercedes. Se lo he preguntado a mi mujer y me ha dicho que soy un burro. Necesito un corrector de estilo, no sé si llegaré a un acuerdo con Sniper.

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  3. Pues no estoy muy seguro de si es celtíberos o celtiberos, don MGA. En la escuela de mi pueblo decíamos celtíberos, porque eramos propensos a las esdrújulas.

    Yo me crié con las ideas clarísimas y jamás tuve problemas de identidad en los años cruciales de la infancia. Había mapas en los libros donde estaba bien claro que por la costa había celtas, en el sur iberos y luego el mogollón de celtíberos que ocupaba casi el mapa entero. Tener esas seguridades da mucha confianza en el futuro a los niños.

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  4. .-..quiá, usted ni caso chippewa, que insulsa seria la vida sin estos deslizes gramaticales..

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